Imaginé armarios
abrigos
jugando al invierno
La nieve detrás
Justo
donde miraba
allí
caían los copos
y mis ojos
Tú ponías la mano
desde la parte
injusta del recuerdo
pero
estabas
y
veías
la nieve
donde
yo miraba
Dudé veranos
mares
que incluyeran
tesoros
Justo
frente al olvido
dispuse
toallas
y sombrillas
Viniste tú
hacia la calma
que dormía
sin poder evitarlo
y te anclaste
como la caricia
del otoño
Me convoqué
y te quise
invitando a las estaciones
a vivir entre
la puerta
y la piel
Sospeché
Un volcán en el jardín
y la lava apareció
desplazando la vida
y a nosotros
Justo al lado
he plantado margaritas
abonadas con cenizas
y hoy
sentí calor
al cerrar con llave
los instantes
Por fin haré
la mudanza a la vida
justo
aquí
donde camino sola
y no espero
Ningún abrigo
ha dado nunca ternura
por eso pinté un pozo
y lancé la ropa
Soy
la mujer desnuda
en cuyo hogar
no existen
llaves
ni utensilios para huir
la ventana abierta
desde dónde
hacia todo
y
mañana
Justo encima
de la noche
por la que huyen los cantos
he puesto la esperanza
en forma de insecto
Vivo
para saberme
y si en mis manos
otras deciden descansar
es mejor no tener
armarios ni abrigos ni llaves
imaginé al amor
hecho de casas abiertas
abrigos
jugando al invierno
La nieve detrás
Justo
donde miraba
allí
caían los copos
y mis ojos
Tú ponías la mano
desde la parte
injusta del recuerdo
pero
estabas
y
veías
la nieve
donde
yo miraba
Dudé veranos
mares
que incluyeran
tesoros
Justo
frente al olvido
dispuse
toallas
y sombrillas
Viniste tú
hacia la calma
que dormía
sin poder evitarlo
y te anclaste
como la caricia
del otoño
Me convoqué
y te quise
invitando a las estaciones
a vivir entre
la puerta
y la piel
Sospeché
Un volcán en el jardín
y la lava apareció
desplazando la vida
y a nosotros
Justo al lado
he plantado margaritas
abonadas con cenizas
y hoy
sentí calor
al cerrar con llave
los instantes
Por fin haré
la mudanza a la vida
justo
aquí
donde camino sola
y no espero
Ningún abrigo
ha dado nunca ternura
por eso pinté un pozo
y lancé la ropa
Soy
la mujer desnuda
en cuyo hogar
no existen
llaves
ni utensilios para huir
la ventana abierta
desde dónde
hacia todo
y
mañana
Justo encima
de la noche
por la que huyen los cantos
he puesto la esperanza
en forma de insecto
Vivo
para saberme
y si en mis manos
otras deciden descansar
es mejor no tener
armarios ni abrigos ni llaves
imaginé al amor
hecho de casas abiertas

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